sábado, 15 de octubre de 2011

Verano Moral



Giras la cabeza para mirar lo que ha quedado atrás y te quedas con esos días en la playa, solos tú, él y ese sol cegador que hacía pasar las horas más rápido de lo que queríamos. El pelo mojado delante de los ojos y esa sensación de que él no aparta sus ojos de ti en ningún momento. De esos días en los que enterrabas los pies en la playa y tan solo querías que llegase él para desenterrarlos, llevarte hasta la orilla, dejar que te los lavaras y acarrearte en brazos hasta llegar al asfalto sin que una mota de arena se pegue de nuevo a tus pies.
Y sonríes al recordar esos días de verano en los que pensabas que el curso nunca iba a terminar y te quedas pensando en cuanto tiempo queda para que vuelva. Son esos días en los que sin darte cuenta te ves frente al espejo con una sonrisa que casi te llega de una oreja a la otra y todo lo que sabes hacer es asentir, feliz, a cualquier cosa que te digan.
Sí, se supone que es entonces cuando puedes decir que vives en un verano moral

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