sábado, 15 de octubre de 2011

Los bobos que nos hacen reír


Miré el móvil por decimocuarta vez en el día de hoy, la pantalla seguía igual, negra. Desesperación, frustración, confusión. No sabía que hacer, no sabía si se había vuelto a olvidar de mí otra vez. Mi vista no hace más que girarse a la pantalla y entonces aparece, esa luz con la notificación de Whatsapp. Sí, me ha hablado, y como siempre me sorprende. ¿Dragon Ball? Hace tanto tiempo que no veía aquello que me sorprende que lo nombre y sin embargo no puedo evitar reírme y contestar, pensar en ello. ¿Lo peor? Lo peor es lo mejor, al final me ha convencido y he cedido a volver a ver esa serie que veía cuando aún iba al colegio. La melodía vuelve a sonar y yo la recuerdo como si hubiera sido ayer el último día que la hubiese escuchado, me río, se lo digo y vuelvo mi vista a la pantalla.
Ahora he visto tantos capítulos que creo que te he pillado, he hablado tanto contigo que hasta has conseguido que me quiera comprar el juego de la consola y hasta jugar online. Al final consigues lo de siempre, que haga todo lo que tú me dices y yo ya no sé si pensar que soy idiota, si creer que eres mi amigo o si dejarme llevar por lo que dicen los demás.
Y pienso que vivan esos bobos que me hacen reír todo el tiempo, esos idiotas que no dejan de hacerme pensar que todo puede ser mejor de lo que es ahora. Sí, después de mi dosis diaria de serie pienso: ¡Arriba los bobos que nos hacen reír!

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